La Dirección de Proyectos o PMP se define como la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas, a todas las actividades del proyecto, que permitan controlar el alcance, el tiempo y los recursos necesarios para lograr los objetivos, asegurando la calidad del producto y la satisfacción de las necesidades de todos los interesados.
Las funciones básicas de un Director de Proyectos son planificar, ejecutar, controlar y cerrar el proyecto. Muchos entendidos aseguran que la mayor parte del éxito de un proyecto se logra en la primera etapa, ya que son muchos los fracasos asociados a una incorrecta planificación de la triple restricción; alcance, tiempo y coste. La planificación requiere poner en claro las necesidades del cliente, las actividades a ejecutar y todos los recursos, humanos y económicos, necesarios para la consecución de los objetivos.
Después de iniciar y planificar el proyecto, el Director de Proyecto tiene la responsabilidad de coordinar las tareas, asignar recursos, gestionar y resolver problemas en la fase de ejecución. Haber logrado una etapa de inicio y planificación exitosa, permite al director tener todas las herramientas para actuar eficazmente ante cualquier contratiempo, pudiendo responder rápida y conscientemente, a cualquier riesgo que pueda materializarse. Además, la figura del PMP permite centralizar la información y asegurar la calidad de los entregables según las políticas de la organización y de los clientes.
El alcance de los servicios abarca desde el inicio hasta el cierre de los proyectos contratados en las siguientes áreas:
En conclusión, el PMP es una valiosa certificación que puede mejorar las habilidades de gestión de proyectos y aumentar las oportunidades de carrera para aquellos en la industria del project management. Si estás considerando obtener esta certificación, te recomendamos que te prepares adecuadamente y aproveches al máximo todos los recursos disponibles para tener éxito en el examen.