En los últimos años la automatización ha sido la palabra de moda. Sin embargo, la idea de la automatización se remonta a décadas atrás, y quizás incluso a los albores de la era industrial. La constatación de que los ingresos y los beneficios están estrechamente vinculados a la coherencia y la eficiencia ha hecho que, siempre que surja la oportunidad de hacer las cosas mejor, más rápido, más barato y sin errores. De hecho, las empresas que no se automatizan se ven superadas en sus mercados a largo plazo.